El sábado 4 de marzo, los estudiantes de Francés salimos del aeropuerto a las 18:20 camino a Nantes, Francia. El viaje, de poco más de dos horas, fue emocionante y lleno de risas. Al llegar tomamos un autobús que nos llevaría a Fougères, lugar donde se halla el instituto, y allí nos encontraríamos con nuestras respectivas familias francesas, que nos acogerán durante toda la semana.

Al día siguiente, domingo 5 de marzo, pasaríamos el día entero con una verdadera familia francesa. Durante este día cada estudiante vivirá su propia experiencia, algunos se quedarán en casa (cabe mencionar que todos viven muy alejados los unos de los otros y en distintos pueblos y que las distancias son muy grandes, las casas están muy separadas y apenas hay luz en las calles), otros harán turismo rural con sus corresponsales, otros acudirán a partidos de fútbol y otros incluso irán a la playa.

Finalmente el lunes comenzaríamos con lo que todos estábamos esperando, las excursiones.

A primera hora de la mañana no recibirían en el instituto de Fougères con un agradable desayuno y una charla por parte de la directora, una hora después tomaríamos el autobús para visitar el Mont-Saint-Michel, donde la profesora de español en Francia nos daría un tour y podríamos visitar todo este pequeño pueblo de peregrinación rodeado de mar y su fascinante castillo, además de comprar pequeños recuerdos para las familias.

Más tarde, a la vuelta, pasaríamos por la "biscuiterie" donde venden galletas, de ahí su nombre, y demás dulces típicos franceses.

Para terminar, volveríamos a las casas con nuestros franceses para retomar las energías para el próximo día.